Algunas consideraciones para proteger el abandono emocional de tus hijos
Lic. Georgina Cano Rodríguez
Cuando un niño sufre Abandono Emocional, a corta edad, es mucho más difícil de comprender. El niño sufre lo que realmente tiene es una falta inconmensurable de respuesta a las necesidades emocionales que puede crearle, en casos extremos, un gran déficit a nivel psicológico y, por extensión, a nivel de salud física.
El diccionario de la Real Academia Española de la lengua define abandono; “como aquel acto que implica dejar, desamparar a alguien o algo’. En el momento en el que un niño sufre abandono emocional, lo que experimenta es esa sensación de desamparo que los padres tratan de suplir cubriendo sus necesidades materiales, en algunas ocasiones.” El afecto es vital para desarrollo emocional de un niño
¿Pero que es una Emoción?
“Es el estado afectivo que transforma de un modo momentáneo pero brusco el equilibrio de la estructura sicofísica del individuo”
¿Cuáles son los tipos de emociones que hay?
El significado etimológico del término emoción es: el impulso que induce la acción. En psicología, se define como aquel sentimiento o percepción de los elementos y relaciones de la realidad o la imaginación que se expresa físicamente mediante alguna función fisiológica como cambios en la respiración, sudoración o en el pulso cardíaco, e incluye algunas reacciones de conducta como relajación, bienestar, ansiedad, estrés, depresión, agresividad o llanto. Las emociones son materia de estudio de la psicología, las neurociencias, y más recientemente, la inteligencia artificial. Las emociones son procesos neuroquímicos y cognitivos relacionados con la toma de decisiones, memoria, atención, percepción, imaginación que han sido perfeccionadas por el proceso de selección natural como respuesta a las necesidades de supervivencia y reproducción.
Gracias a las emociones podemos establecer varias conductas de adaptación básica para el organismo, como agredir, escapar, buscar confort. También tienen efectos negativos, así, como el pánico escénico o el bloqueo en los deportistas pueden interferir con el rendimiento físico. El odio, la ira, la repugnancia y el miedo alteran la conducta y las relaciones interpersonales, pero las emociones también pueden contribuir a favorecer la supervivencia. Los latidos intensos del corazón, las palmas sudorosas de las manos, las “mariposas” en el estómago y otras reacciones fisiológicas, son elementos fundamentales del miedo, la ira, la alegría y de otras emociones. Estos cambios orgánicos incluyen alteraciones en la frecuencia cardiaca, la presión arterial, la sudoración y otras reacciones fisiológicas; casi todas ellas provocadas por la adrenalina, hormona que es producida por las glándulas suprarrenales.
Las expresiones emocionales, o signos externos de lo que se siente, son otro elemento importante. Por ejemplo, cuando tenemos mucho miedo nos tiemblan las manos, el rostro se arruga y adoptamos una postura corporal tensa y defensiva.
La emoción también se manifiesta en cambios significativos en el tono y modulación de la voz; estos cambios conductuales son importantes porque comunican la emoción entre las personas. Un sentimiento emocional, que es una experiencia privada de una persona, es la parte de la emoción con la que estamos más familiarizados. Para la psicología es la ciencia del comportamiento que estudia, mediante el método científico, la dimensión cognitiva percepción, pensamiento, memoria, aprendizaje, la dimensión afectiva emociones positivas como la alegría y la felicidad, y emociones negativas como la ansiedad y la depresión, y la dimensión conductual conducta verbal, gesticular, movimiento de manos, caminar, saltar.
Mediante la cognición procesamos y damos un significado a los eventos que provienen del ambiente así como me puede dar mucho gusto saludar a un familiar o amigo, inmediatamente siento alguna emoción (alegría) y emito alguna conducta saludo o abrazo.
Puede suceder que la cognición sea irracional, es decir, que se procese en forma inadecuada un evento, por ejemplo, la situación de tener que hablar en público, también llamada fobia social, es interpretada como algo “terrible” o “catastrófico”, lo cual genera emociones negativas como la ansiedad anticipatoria y produce conductas de inquietud motora. De darse la situación temida, tener que hablar en público, no recordar lo que tenía que decirse, confusión, “sudar frío”, errores al hablar, tartamudeo, “mariposas” en el estómago, temblores e inquietud. Toda la experiencia es vivenciada como una situación tensa y desagradable.
Para tener una mayor compresión del comportamiento en general, y de las emociones en particular, se debe considerar el modelo biopsicosocial y el papel que juegan las otras dos dimensiones del organismo, la biológica y la social, respectivamente. La otra gran dimensión, la transpersonal, o espiritual, también debe ser considera para tener una compresión integral del comportamiento humano. Así, un estilo de pensamiento rígido e inflexible, puede generar emociones negativas como la tendencia a la ira y el coraje explosiones emocionales desmesuradas, en un ambiente social estresante (gritos, maltratos, descalificaciones.
Son varios modelos explicativos de las emociones, entre los que destacan la teoría de James y Lange que establece que los sentimientos emocionales suceden a la activación corporal y que provienen de la consciencia de la activación; la teoría de Cannon y Bard, que establece que la actividad del tálamo causa los sentimientos emocionales y que la activación fisiológica ocurre simultáneamente; y la teoría cognitiva de Schachter, quien afirma que las emociones se producen cuando la activación física es interpretada cognitivamente, a partir de la experiencia y de señales del ambiente.
Los Componentes fisiológicos y psicológicos de las emociones
El componente fisiológico de las emociones son los cambios que se desarrollan en el funcionamiento del Sistema Nervioso Central (SNC) y que están relacionados con los procesos de cognición que decodifican la información que recibe el organismo y los estados emocionales que se generan. Son tres los subsistemas fisiológicos relacionados con las emociones, el SNC, el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo. Durante los procesos emocionales se consideran, particularmente, activos a los siguientes centros del SNC.
– La corteza cerebral forma parte del SNC. La corteza cerebral activa, regula e integra las reacciones relacionadas con las emociones.
– El hipotálamo forma parte del sistema límbico. Este se dedica a la activación del sistema nervioso simpático. Este centro está relacionado con emociones como el temor, el enojo, además de participar como activador de la actividad sexual y la sed.
– La amígdala está relacionada con las sensaciones de ira, placer, dolor y temor. La extirpación de la amígdala causa complejos cambios en la conducta.
La médula espinal. Todas las emociones están relacionadas con determinadas respuestas fisiológicas a las emociones. Según lo anterior es posible q las reacciones emocionales estén relacionadas con cambios fisiológicos necesarios para que el individuo haga frente a la situación o bien para la transmisión de mensajes o señales de respuesta a otros individuos.
Formación reticular, el fabricante de la realidad. La formación reticular como un proceso de filtrado e interpretación básica de la información percibida por el individuo.
De acuerdo a esto, los procesos de percepción que puedan contener datos o información que sean, potencialmente, capaces de generar emociones deben filtrarse por este sistema. La formación reticular procesa los patrones físicos para reconocer estructuras cognitivas que no son perceptibles directamente por las sensaciones.
Las consideraciones de estados pasados, actuales y futuros del individuo; de esta forma los mismos tipos genéricos de emoción, comó por ejemplo, el enojo, pueden generarse de varias formas, según el nivel de abstracción, por una reacción inmediata a un estímulo nerviosos directo, como una herida, o bien, como resultado de una apreciación cognitiva del entorno, como sentirse agraviado u ofendido. Normalmente las reacciones emocionales fisiológicas observables son difíciles de diferenciar por su nivel de abstracción. Radican en frecuencia, duración, e intensidad, dependiendo del estado de aceptación o rechazo del individuo a las condiciones del entorno, o bien, a la duración de las condiciones que la provocaron
El componente conductual, es el factor perceptible de los individuos relacionados con estados mentales emocionales.
Las conductas emergentes relacionadas con las emociones pueden tener la función de transmitir o comunicar el estado emocional a otro individuo, ya sea para prevenirlo o intimidarlo, pueden ser reacciones defensivas involuntarias ante un enemigo o agresor, real o imaginario (como patear el automóvil si no arranca por la mañana) o pueden ser un proceso de búsqueda de conductas adecuadas para manejar determinadas situaciones desconocidas.
El componente emocional parece ser determinante para atacar o huir de un individuo amenazado.
Normalmente este estado emocional se genera ante las señales emocionales representadas o transmitidas por el agresor o víctima. Muchas emociones tienen estados de relajación, opuestos al estado emocional inicial, después de un estado de enojo puede sobrevenir un estado de calma o incluso placer, después de un estado de tristeza puede sobrevenir cierto estado de calma o consuelo.
Las emociones son comportamientos complejos que se dan en espacios cortos de tiempo; suelen ser breves y durar, a veces, sólo unos pocos segundos. Una emoción suele comenzar con una evaluación o interpretación cognitiva de algún evento o suceso físico y psicológico. La neurociencia ha comprobado la estrecha interrelación neural de los procesos cognitivos y emocionales, reconociendo que éstos son dos aspectos inseparables de la vida psíquica, que también guardan relación con la conducta. Las emociones están referidas a algún significado de una circunstancia personal; tienen un objeto. Son clasificadas en categorías discretas, tales como: miedo, temor, angustia, cólera, alegría, júbilo, éxtasis, amor.
El afecto, en cambio, es un concepto más general; está referido a aspectos emocionales más estables y accesibles a la consciencia. Aunque el afecto se presenta dentro de las emociones como el componente subjetivo de la experiencia también está presente en muchos otros fenómenos, incluyendo las sensaciones físicas, las actitudes, humores y rasgos afectivos. El afecto no tiene un objeto tan definido; tiene una duración en mayor, en comparación con la de las emociones, y puede ser evidente sólo a nivela activación emocional positiva (placer) activación negativa (dolor).
Plutchik (citado por Coo, 2005), identificó ocho emociones primarias: temor, sorpresa, tristeza, disgusto, enojo, anticipación, alegría y confianza (o aceptación), las cuales pueden combinarse, y cada par de emociones contiguas puede mezclarse para generar una tercera emoción más compleja; Por ejemplo, los celos pueden ser una mezcla de amor, ira y miedo. También identificó emociones menos intensas (interés, serenidad, aceptación, aprensión, distracción, melancolía, aburrimiento y fastidio), y sus opuestas más intensas (vigilancia, éxtasis, admiración, terror, desconcierto, dolor, hastío y enojo).
En la etapa de crecimiento de un niño es importante que éste sienta que tiene unos padres que se preocupan por lo que necesitan, lo que ocurre es que muchas veces ellos se centran tanto en esta parte que descuidan la parte emocional. Es cierto que un niño se rodea de objetos materiales como ropa, juguetes, aparatos para su cuidado, etc.; pero, un niño también exige muestras de amor tales como un abrazo o una conversación sobre su estado de ánimo.
Cualquier niño puede sufrir abandono emocional en su vida, incluso en una etapa determinada únicamente. Cualquier indicio de abandono emocional sería aconsejable tratarlo con un con especialista que pudiera ayudar a redirigir la situación y solucionar las carencias afectivas.
Existen algunas circunstancias que favorecen el origen de este problema, pues en muchas ocasiones el abandono emocional puede venir por ejemplo por la falta de tiempo de los padres.
Los padres, en ocasiones, se ven obligados a trabajar en unos horarios que, irremediablemente, no les permiten atender a su hijo como les gustaría: la imposibilidad de fortificar los vínculos emocionales de una manera habitual lleva a veces a pensar que pueden ser dados por otras vías.
Sin embargo, el afecto es vital para el desarrollo emocional de un niño para que crezca de forma feliz y psicológicamente sano: según algunos especialistas debería recibir la suficiente seguridad y aprobación como para hacerlo sentir dentro de la familia la que pertenece. De lo contrario, el daño emocional que puede crearse en el niño puede ser irreversible.
Algunas consecuencias del abandono emocional en un niño
Las consecuencias que pueden derivarse del abandono emocional pueden, también, hacerse mayores en el caso de un niño. De hecho, la experiencia que puede sufrir provoca que el daño psicológico y afectivo que recibe marque, probablemente, de una manera negativa el resto de su vida.
- Dificultades en la escuela: este es el segundo hábitat en el que el niño crece, por lo que si su estado anímico no es el adecuado fuera del mismo tampoco lo será en él. Todas las repercusiones negativas podrán verse reflejadas en sus actividades en la escuela y en su día a día con el estudio y las relaciones con otros niños.
- Trastornos de alimentación: normalmente, cuando nos encontramos anímicamente mal influye directamente en nuestros hábitos alimenticios. El abandono emocional provoca la posibilidad de impactar directamente en la salud en forma de trastornos de esta índole que podrían necesitar terapia psicológica.
- Problemas de autoestima: quizá sea uno de los puntos más fuertes para tener en cuenta. Si bien es cierto que no siempre es así, la autoestima de un niño que sufre abandono emocional tiende a bajar progresivamente. Esto, además, puede repercutir en el desarrollo de su personalidad, pudiendo exteriorizarse en términos de codependencia, violencia o, incluso, depresiones posteriores o Drogadicción.
- Depresiones y ansiedad: el daño emocional creado puede ser bastante severo para la etapa adulta de un niño. La falta de seguridad o confianza en sí mismo puede llevarle a sufrir depresiones y estados de ansiedad que le dificulten su vida diaria y las relaciones interpersonales que pueda llegar a tener.
- Reflejo familiar negativo: cuando el abandono emocional ha impactado negativamente en un niño la probabilidad de esa falta de afecto en un futuro familiar propio es mayor. Muchas veces los padres que no se preocupan por la salud emocional de sus hijos es porque tampoco lo recibieron de sus padres.
Aguilar, G.G. & Oblitas, L.A. (2014). Psicología del Bienestar y la Felicidad Volumen 1. Estrategias de Psicología Positiva para aprender a sentirse bien. Bogotá: Biblomedia Editores.
http://biblomedia.com/producto/psicologia-del-bienestar-y-felicidad-1/
Burns, D. D. (2006). Adiós, ansiedad. Barcelona: Paidós
Coon, D. (2005). Fundamentos de psicología, 10 ed. México: Thomson.
Lyddon, W. J. y Jones, J. V. (2002). Terapias cognitivas con fundamento empírico. México: Manual Moderno.
Oblitas, L. (2006). Psicología de la salud y enfermedades crónicas. Bogotá: PSICOM
Diccionario de la Lengua Española
Editorial Esparsa-Calce Madrid, 1956
Acerca de lo que compartimos en el Blog:
La AMPSIE no es responsable por ningún contenido de videos, fotos, artículos libros enlazadas con este blog. Todo ese contenido está enlazado con sitios tan conocidos como YouTube, Vimeo, Vevo, recursos y libros encontrados en la web, del mismo modo si tienes algún recurso que quisieras compartir libremente para la comunidad, puedes enviarlo a nuestro correo y pronto lo verás publicado. El objetivo de este blog es promover la difusión de la psicología, la psicoterapia y la educación, no la piratería. Si tú consideras que algún contenido de este blog viola tus derechos, por favor contactar al web master y lo retiraremos inmediatamente. Por favor escribe a [email protected]