Para empezar a abordar este tema me gustaría hablar de sus diferentes cuando hablamos de amar hablamos de una cualidad, es decir, algo que la gente reconoce de otras personas de manera externa por sus acciones, decisiones y palabras.
Aquí te van algunos beneficios de ejercerla en la vida diaria y como profesionista si tu campo de trabajo es la salud mental, física, la enseñanza o cualquier otra disciplina que involucre el contacto diario y constante con personas.
Algo que también me parece sumamente importante es señalar la diferencia entre bondad y complacencia
La bondad tiene que ver como anteriormente se mencionó con la calidez, el acercamiento y la preocupación genuina mientras que la complacencia es la madre de la obediencia y la dependencia, esto se traduce en hacer para no decir o en otras palabras actuar conforme el otro lo espera para evitar conflictos siendo incapaces de poner límites, expresar nuestros deseos, necesidades e inquietudes o atrevernos a decir no, esto sucede por miedo a ser mal visto, miedo a ser abandonado, miedo a recibir alguna crítica entre otros.
Sin embargo, no se nos puede olvidar que para ser buenos con otros primero tenemos que ser claros y realistas con nosotros mismos lo que me lleva al siguiente punto:
Otra manera de confundir la bondad es la sobre recompensa, sobre todo cuando se trata de reconocerla en otra persona o en muchas ocasiones de manera egocéntrica en nosotros mismos.
Reconocemos esta cualidad de manera escindida, es decir, tendemos a sobresaltarla incluso manipularla para no contactar con aquellas partes desagradables de nosotros o del otro, esto es muy común por ejemplo cuando se inicia una relación de pareja sobre todo si ambos chicos son jóvenes o se encuentran entre sus primeras experiencias, porque para permitir el enamoramiento primero es necesario el otro nos inspire de manera tal que queramos seguir siendo inspirados y estar a su lado, sin embargo, para que esto funcione también es necesario reconocer aquello que no nos gusta del otro.
Pasando a otro punto en terrenos profesionales desde mi propia experiencia puedo decir que en ocasiones es sumamente difícil equilibrar esta y otras virtudes con el acercamiento genuino e interesado contra el permitir la excesiva contratransferencia, o aunque ésta no se dé de manera excesiva, permitir que este depósito continúe más allá de cuestiones profesionales, por ello es importante reconocer que en la ayuda del otro también se trata de poner límites profesionales para clarificar tu papel como terapeuta y para que al otro le sea más sencillo entender que además del terapeuta eres otras mil y un cosas, estudiante, hermano, hijo, amigo, etcétera. En otras palabras, tú no dejas de ser tú siendo terapeuta y en ocasiones es todo un reto construir una balanza funcional.
Otro punto que se puede llegar a confundir con la bondad- es la lástima y la sobreprotección esto suele darse mucho cuando se convive con personas con enfermedades crónicas, condiciones neurológicas o situación de dependencia parcial o total. Quiénes estamos directamente en situación potencial de ser ayudados, no pedimos a veces la ayuda por temor a no ejercitar las habilidades que nos ayudan a resolver ese problema o sentirnos una carga, pero a veces sucede completamente lo contrario o pedimos ayuda además por qué asumimos que hay una incapacidad para enfrentar el problema sin antes preguntar e indagar las circunstancias impidiendo que el otro o nosotros mismos nos enfrentemos a los retos que debemos enfrentarnos, la bondad alienta la lástima y el amor guía y protege.
Otro punto que me gustaría tocar es la bondad encubierta esto puede encontrarse mucho por ejemplo en patrones de crianza dado que los padres en la gran mayoría de las ocasiones no son violentos porque quieran serlo sino porque aprendieron que así es como se educa, que a través de tener el control puedes enseñar al otro, a tus hijos la diferencia entre lo que se espera socialmente y lo que no, ignorando por completo que hay otras formas de hacerlo y reitero que en la gran mayoría de los casos no es arrogancia simplemente es aprendizaje aplicado, ya que si tú como padre fuiste criado de esa forma lo más probable es que o es de la misma forma o te vayas al extremo contrario, lo que me lleva a las tendencias de crianza que se están utilizando actualmente ya que en crianza positiva mal aplicada suele confundirse, precisamente esta virtud y el respeto hacia los niños y adolescentes con la falta de firmeza cuando son 2 cosas que pueden convivir perfectamente al mismo tiempo ya que establecer límites no implica necesariamente lastimar de ninguna manera, la firmeza implica integridad y claridad pero nunca violencia.
Lo sencillo de la vida (14 de Noviembre del 2017). No confundir la bondad con sumision Obtenido de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=x-bA3yeOvIc
Chaine, S. M., Ruiz, M. J. M., del Campo Sanchez, R. M., & Gutierrez, J. N. (2016). Las prácticas de crianza y la reducción de los problemas de conducta infantil. Behavioral Psychology= Psicología Conductual, 24(2), 341.
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