INTRODUCCIÓN
Diversos estudios han identificado que el desarrollo lingüístico continúa más allá de las primeras etapas, las cuales abarcan de los 0 a los 6 años aproximadamente (Berman, 2007). Hay habilidades lingüísticas y comunicativas que requieren determinado nivel de desarrollo lingüístico y cognitivo que se da después de los 6 años de edad, por ello surgen los estudios enfocados en las etapas tardías (Barriga, 2002; Berman, 2007). Barriga (2002) considera que durante las etapas tardías se reorganizan las estructuras formales propias de las etapas tempranas y se adquieren nuevos significados semánticos y pragmáticos con base en el conocimiento del mundo adquirido durante el desarrollo individual y social.
DESARROLLO
Las etapas tardías coinciden con el inicio de la escolarización primaria de los niños en la mayoría de los países occidentales, por lo que también se le conoce como desarrollo lingüístico de los años escolares. Barriga (2002) considera que esta coincidencia es debida al papel ejercido por la escuela para la construcción del conocimiento de los niños por medio de la relación de aspectos lingüísticos, cognoscitivos y sociales a través del desarrollo de sus competencias comunicativas.
Al entrar a la escuela los niños se enfrentan a nuevos usos, estructuras y funciones del lenguaje, envueltos en nuevas y retadoras situaciones comunicativas (Hess, 2010). La interacción con sus pares es un factor importante que permite a los niños desarrollar sus propias habilidades lingüístico-comunicativas para que poco a poco formen parte importante de algún determinado grupo social (Melzi y Ely, 2010). Las diversas situaciones comunicativas permiten a los niños desarrollar sus habilidades en todos los niveles lingüísticos. Los niños depuran y perfeccionan lo que aprendieron en las etapas tempranas, amplían su vocabulario, desarrollan su sintaxis a nivel intraoracional, mejoran los usos de la yuxtaposición y subordinación, comprenden cada vez más los aspectos pragmáticos de su lengua y comunidad de habla y comienza el desarrollo de su capacidad metalingüística gracias al aprendizaje de la lecto-escritura.
Nippold (2016) plantea que una de las mayores diferencias entre etapas iniciales y etapas tardías es la importancia asignada en las primeras a la lengua oral, mientras que en las etapas escolares adquiere una mayor importancia la lengua escrita. La escolarización se caracteriza principalmente por el aprendizaje de la lengua escrita, factor que contribuye a la adquisición de mayores y mejores conocimientos lingüísticos y del mundo de manera más independiente e individual (Tolchinsky, 2004). Debido a su importancia, se vuelve imprescindible el desarrollo adecuado de las habilidades lectoras y de escritura en los niños; por lo que la escuela funge como un espacio determinante y esperanzador para la igualdad de oportunidades entre los niños que vienen de ambientes donde la cultura escrita tiene un papel importante y los que crecieron en hogares con usos muy limitados de la lengua escrita (Melzi y Ely, 2010).
El desarrollo de la lengua escrita y la competencia metalingüística en los niños en etapas tardías tienen una influencia bilateral. Esta última es definida por Nippold (2016) como la habilidad que permite a los hablantes reflexionar y analizar el lenguaje como objeto en sí mismo. Los niños al encontrarse con la lengua escrita comienzan a identificar, gradualmente, a su lengua como una entidad de la que pueden tomar distancia y analizar desde diversos ángulos, esto les permite lograr usos más adecuados y profundos tanto de su lengua escrita como de la oral.
Gombert (1992) identifica cuatro etapas de desarrollo para la reflexión metalingüística. Las primeras dos son parte de las etapas tempranas y las últimas dos se desarrollan durante las etapas tardías. La primera etapa es la adquisición de las primeras habilidades lingüísticas de los 0 a los 3 años, donde los niños únicamente adquieren las habilidades básicas del lenguaje por medio de su interacción con los adultos y no llevan a cabo ninguna reflexión sobre su producción ni comprensión lingüística. La segunda etapa es la adquisición del control epilingüístico que comprende de los 4 a los 6 años, aquí se presentan correcciones y autocorrecciones lingüísticas por parte de los niños pero de manera inconsciente, basándose en las intervenciones de los adultos. La tercera etapa es la adquisición de la conciencia metalingüística que abarca de los 6 a los 12 años, es en esta etapa donde los niños se vuelven conscientes de su lenguaje y comienzan a reflexionar sobre el mismo a través de él. Y por último, la cuarta etapa es la automatización del metaproceso, desarrollada durante la adolescencia, ésta permite a los hablantes monitorear y planear sus procesamientos lingüísticos de manera consciente.
CONCLUSIONES
Como observamos anteriormente, el desarrollo lingüístico tardío abarca elementos clave para el correcto desempeño en la interpretación y producción de los hablantes. Sin embargo, el desarrollo de habilidades lingüísticas tardías no se puede dar sin una base sólida generada durante las etapas tempranas del desarrollo.
BIBLIOGRAFÍA
Barriga, R. (2002). Estudios sobre habla infantil en los años escolares: un solecito calientote. El Colegio de México.
Berman, R. (2007). Developing linguistic knowledge and language use across adolescence. En E. Hoff & M. Shatz (Eds.), Blackwell Handbook of Language Development (pp. 347-367). ISBN: 978-1-405-13253-4.
Gombert, J. É. (1992). Metalinguistic Development. University of Chicago Press.
Hess, K. (2010). Saber lengua: lenguaje y metalenguaje en los años escolares. El Colegio de México.
Melzi, G., & Ely, R. (2010). Lenguaje y lectoescritura en los años escolares. En: J. Berko Gleason, & N. Bernstein Ratner (eds.), Desarrollo del Lenguaje (pp. 425-429). Pearson.
Nippold, M. A. (2016). Later Language Development: School-Age Children, Adolescents, and Young Adults. Austin: PRO-ED.
Tolchinsky, L. (2004). The nature and scope of later language development. En: R. A. Berman (ed.), Language Development across Childhood and Adolescence (pp. 233-247). John Benjamins.