La adicción es un fenómeno en el cual se unen diferentes factores ya sean biológicos, psicológicos, sociales entre otros. En este artículo me gustaría hacer énfasis principalmente en los factores biológicos, donde se encuentran los que tienen que ver con el funcionamiento cerebral y que determinan el desarrollo y permanencia de la adicción.

De acuerdo con Contreras y Cols, 2012, el ser adicto no es solo símbolo de debilidad, es más bien una enfermedad que altera el funcionamiento del cerebro, es por esta razón, que la Psicología juega un papel importante para ayudar a las personas a entender el porqué de su adicción y con ello desarrollar estrategias para superarla, manteniendo un enfoque hacia su bienestar a largo plazo.

Como mencionaba anteriormente, el cerebro de una persona con adicciones sufre cambios tanto a nivel estructural, como a nivel funcional. Los cambios más evidentes serán visibles en la forma en que el ser humano responde ante una situación de toma de decisiones, el manejo de sus impulsos y en como su cerebro procesa las recompensas. (Bustos & Cols,2012)

 A continuación, describo de forma más clara cada uno de los rubros:

Sistema de recompensas: Las sustancias adictivas y ciertos comportamientos adictivos (como el juego o el uso excesivo de internet) aumentan la liberación de dopamina en áreas como el núcleo accumbens, lo que genera sensaciones de placer y refuerza el comportamiento adictivo.

A demás se produce una desensibilización: Con el tiempo, el cerebro de un adicto puede volverse menos sensible a la dopamina, lo que significa que la persona necesitará dosis mayores de la sustancia o un mayor grado del comportamiento adictivo para experimentar la misma sensación de placer. Este proceso se conoce como tolerancia.

El control de los impulsos y toma de decisiones: La corteza prefrontal es crucial para la toma de decisiones, el autocontrol y la regulación emocional. En personas con adicciones, la función de la corteza prefrontal puede verse afectada, lo que dificulta la capacidad de resistir las tentaciones y hacer juicios racionales sobre el uso de sustancias o comportamientos.

Disminución del autocontrol: La alteración en la corteza prefrontal contribuye a la impulsividad y a la búsqueda compulsiva de la sustancia o comportamiento adictivo, incluso cuando la persona es consciente de los efectos negativos.

Memoria y aprendizaje: Las experiencias asociadas con el uso de la sustancia o comportamiento adictivo pueden quedar profundamente grabadas en la memoria. Esto hace que las personas recuerden vívidamente los efectos placenteros y que desarrollen fuertes asociaciones con ciertos lugares, personas o situaciones (desencadenantes) que pueden llevar a una recaída.

Estrés y respuesta emocional: El sistema de respuesta al estrés puede volverse hiperactivo en personas con adicciones. Esto puede llevar a que los adictos usen sustancias o se involucren en comportamientos adictivos como una forma de automedicarse para reducir la sensación de estrés o malestar.

Sin embargo, gracias a la neuro plasticidad de cerebro, es que puede tener una buena recuperación. Con una adecuada terapia, abstinencia, el apoyo familiar y social, el cerebro puede revertir algunos cambios sufridos por la adicción, mejorando las funciones ejecutivas antes mencionadas. (Díaz y Cols, 2010)

REFERENCIAS

Bustos, O. E. A., Meléndez, M. Á. M., Gonzales, G. R. V., Brambila, M. Á. L., & Solís,

1. C. (2012). Disfunción cerebral en las adicciones. Revista de

               especialidades médico-quirúrgicas, 17(2), 119-124.

Contreras, E., Díaz, M., López, R., Caynas, S., & García, P. (2012). El cerebro

                  adicto. Rev Med UV, Volumen Especial.

Díaz, M. M., Contreras, A. E. R., Gómez, B. P., Romano, A., Caynas, S., & García,

1. P. (2010). El cerebro y las drogas, sus mecanismos neurobiológicos.

                     Salud mental, 33(5), 451-456.