Hoy en día es recurrente el utilizar la palabra Alzheimer para poder describir algún tipo de olvido que ha tenido una persona, sin embargo y no obstante del uso jocoso o bien de desconocimiento de lo que realmente significa la palabra, es importante mencionar que dentro de las diversas sociedades del mundo se encuentran un gran número de personas que realmente padece esta enfermedad clasificada como un tipo de demencia.

Para poder explicar mejor el Alzheimer, tendremos que empezar por definir lo que en medicina se conoce como demencia, esto debido a que como se ha hecho referencia en el párrafo predecesor el Alzheimer es un tipo de demencia.

Según la OMS, la demencia es:

“La demencia es un término que engloba varias enfermedades que afectan a la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas.

La enfermedad empeora con el tiempo. Afecta principalmente a las personas de edad, pero no todas las personas la contraerán conforme envejecen.” (OMS, 2024.)

Habiendo definido lo anterior es importante mencionar que, como toda enfermedad, existen condiciones que puedan originar dicha enfermedad, entre las causas o factores que provocan dicha enfermedad, se encuentran las siguientes:

Entre los factores que aumentan el riesgo de sufrir demencia cabe destacar:

• la edad (es más común en personas de 65 años o más)
• la hipertensión arterial
• un exceso de azúcar en la sangre (diabetes)
• el exceso de peso o la obesidad
• el tabaquismo
• el consumo excesivo de alcohol
• la inactividad física
• el aislamiento social
• la depresión.

Ahora que sabemos cuales pueden ser los detonantes que ocasionan dicha enfermedad denominada demencia, procederemos a conocer cuáles son los síntomas que genera dicha enfermedad.

A veces, la persona tiene cambios de humor o de conducta antes de que empiecen los problemas de memoria. Los síntomas empeoran con el tiempo y la mayoría de las personas con demencia precisarán ayuda en su día a día.

Los signos y síntomas precoces son:

• olvidar cosas o acontecimientos recientes
• perder o extraviar cosas
• perderse al caminar o conducir
• sentirse desubicado, incluso en lugares familiares
• perder la noción del tiempo
• dificultades para resolver problemas o tomar decisiones
• problemas para seguir conversaciones o a la hora de encontrar las palabras
• dificultades para realizar tareas habituales
• errores de cálculo al juzgar visualmente a qué distancia se encuentran los objetos

Los cambios comunes en el estado de ánimo y el comportamiento incluyen:

• sensación de ansiedad, tristeza o enojo por las pérdidas de memoria
• cambios en la personalidad
• conducta inapropiada
• renuncia al trabajo o a las actividades sociales
• pérdida de interés por las emociones de otras personas

La demencia afecta a cada persona de una manera diferente, en función de las causas subyacentes, otras condiciones de salud y el funcionamiento cognitivo de la persona antes de enfermar. (OMS, 2024)

Lamentablemente dicha enfermedad denominada demencia tiende a ser degenerativa y progresiva, es decir que dicha enfermedad empeora con el paso del tiempo.

Después de haber introducido la definición de la demencia y los síntomas y signos que se presenta dentro de la demencia, abordaremos el tema que nos ocupa estudiar, en el caso concreto es la demencia Alzheimer, la cual tiende a ser la más común de las demencias.

La enfermedad de Alzheimer representa entre un 60 a 80 por ciento de las demencias que se diagnostican, la mayoría de las personas que presentan dicha enfermedad son mayores de los sesenta y cinco años de edad, sin embargo y tomando en cuenta los casos registrados en Estados Unidos existen unos 200000 casos de personas menores de los sesenta y cinco años que presentan dicha enfermedad y a la cual se le conoce como Alzheimer precoz, por haber sido contraída antes de los sesenta y cinco años de edad.

Entre los factores de riesgo que pueden influir y predisponer a la demencia de Alzheimer se encuentran los antecedentes familiares y la genética, también el consumo de alcohol y tabaco puede ocasionar este tipo de demencia.

En cuanto al tratamiento con el que puede abordarse contra el Alzheimer, se encuentra el tratamiento farmacológico, el no farmacológico o bien se recomienda realizar una combinación de ambos.

Por lo que respecta a la intervención psicológica, hay tres grandes tendencias en la aproximación cognitiva: la estimulación cognitiva, el entrenamiento y la rehabilitación cognitivos.

En la estimulación cognitiva se busca mejorar el funcionamiento cognitivo y social como por ejemplo participar en grupos de discusión.

En el entramiento cognitivo implica realizar un conjunto de tareas comunes como la cognición y el lenguaje.

La rehabilitación cognitiva consiste en intervenciones destinadas a abordar las dificultades prácticas específicas identificadas en la persona con demencia, el cuidador o familiar que son relevantes para la vida cotidiana y se relacionan, de alguna manera, con el deterioro cognitivo. (terapiasagora, 2018).

Si bien el Alzheimer es irreversible y degenerativo, existen algunos cuidados que se pueden realizar para alentar el avance de la enfermedad, lo cual permitiría mantener las capacidades cognitivas de la persona quien lo padece durante el mayor tiempo posible, por lo que es recomendable utilizar el acompañamiento psicológico para las personas quienes padecen dicha enfermedad.

Ahora bien, es importante mencionar que el acompañamiento psicológico no solamente consiste en dar el tratamiento que el paciente necesita para alentar la progresión de su enfermedad, sino que también se trata de incluir al círculo social de la persona a fin de que los parientes de la persona y quienes convivan con el paciente contribuyan a crear un entorno favorable que permita alentar la progresión de la enfermedad.

Es importante recalcar que es altamente recomendable incluir a los familiares del paciente en el acompañamiento psicológico en este aspecto los objetivos de la terapia que se realiza a los familiares de las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer, es conseguir con su ayuda el bienestar de la persona con Alzheimer, pero además de lo anterior también se buscará que las familiares del paciente continúen con su vida personal, familiar y social de manera normal y eficiente, por lo que es necesario crear todo un programa estructurado casuísticamente para poder llevar a cabo los objetivos antes mencionados. Esto es así debido que en cada caso de pacientes que padecen de dicha condición médica existe una variedad de circunstancias las cuales no se pueden pasar por alto, por lo que tal vez un tipo de plan de intervención no funcione de igual manera con una familia como con otra con diferentes necesidades.

Como conclusión se puede decir que es recomendable que la familia de la persona quien presente dicho padecimiento se encargue de llevar al paciente a una terapia mixta es decir farmacológica y psicológica para poder sobrellevar de manera adecuada y lo menos dañina posible dicha enfermedad, lo que sería muy benéfico para el paciente, así como para su grupo social.

FUENTES DE INFORMACIÓN:

Cómo tratar psicológicamente a un enfermo de Alzheimer

Intervenciones psicológicas para el Alzheimer

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/dementia

https://www.alz.org/alzheimer-demencia/causas-y-factores-de-riesgo

Atención psicológica a la familia en las demencias y enfermedad del Alzheimer