El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999, se conmemora cada 25 de noviembre en honor a las hermanas Mirabal, activistas dominicanas asesinadas en 1960 por oponerse al régimen dictatorial de Rafael Trujillo. Este día busca visibilizar y erradicar todas las formas de violencia ejercidas contra las mujeres, una problemática que persiste a nivel mundial y que, según la ONU, afecta a más de un tercio de las mujeres en su vida diaria.
La violencia de género tiene un impacto físico, y graves consecuencias psicológicas, como estrés postraumático, depresión, ansiedad y sentimientos de culpa. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 27% de las mujeres entre 15 y 49 años han sufrido violencia de pareja, y se estima que estas experiencias incrementan en un 50% la probabilidad de desarrollar problemas de salud mental (OMS, 2021).
En este contexto, la psicología desempeña un rol fundamental tanto en la intervención como en la prevención. A través de enfoques terapéuticos como el centrado en la persona (Rogers, 1951), los psicólogos trabajan para sanar
las heridas emocionales de las víctimas, ayudándolas a recuperar su bienestar, su sentido de identidad y su capacidad de autodeterminación. Además, mediante programas educativos y comunitarios, contribuyen a transformar las creencias y actitudes que perpetúan la desigualdad y la violencia, promoviendo una cultura de respeto y equidad.
La importancia de este día radica en reflexionar sobre la magnitud del problema, además de reconocer la responsabilidad de las instituciones, los profesionales de la salud mental y la sociedad en general para trabajar en su erradicación. Conocer, entender y abordar la violencia de género desde una perspectiva interdisciplinaria es un paso esencial hacia la construcción de un mundo donde las mujeres puedan vivir libres de violencia y con acceso pleno a sus derechos.
“El psicólogo actúa como un facilitador del cambio, brindando apoyo emocional, herramientas terapéuticas y estrategias
educativas para sanar las heridas de la violencia, prevenir su repetición y construir una sociedad más equitativa y libre
Desde la perspectiva psicológica, la intervención ante la violencia de género cumple con tres ejes fundamentales: intervención terapéutica, prevención educativa y promoción del bienestar emocional. En primer lugar, la intervención terapéutica busca abordar las secuelas psicológicas de la violencia, como el trastorno de estrés postraumático, la ansiedad y la depresión.
En segundo lugar, la prevención se centra en el diseño de programas psicoeducativos orientados a la sensibilización y la construcción de relaciones saludables. Estudios muestran que fomentar habilidades como la empatía, la comunicación asertiva y la resolución de conflictos puede reducir significativamente las actitudes y comportamientos violentos en distintos contextos (Goleman, 1995).
Por último, la promoción del bienestar emocional implica un abordaje comunitario e interdisciplinario, en el que los psicólogos colaboran con otras
disciplinas para crear entornos sociales que respalden la equidad de género y la seguridad emocional. Esto incluye campañas de concienciación, trabajo con sobrevivientes y sus familias, así como la formación de profesionales en competencias clave para la detección y atención de la violencia de género (Echeburúa & Corral, 2001).
Conmemorar este día nos invita a reflexionar y a actuar. Los psicólogos, como agentes de cambio, tienen un compromiso ético y social con la erradicación de la violencia, trabajando desde la empatía y el conocimiento para fomentar sociedades más equitativas.
Referencias
Echeburúa, E., & Corral, P. (2001). Tratamiento psicológico de las víctimas de la violencia doméstica. Psicothema, 13(3), 403-409.
Goleman, D. (1995). Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than IQ. Bantam Books.
Organización Mundial de la Salud (2021). Violence against women. World Health Organization. Recuperado de: https://www.who.int
Rogers, C. R. (1951). Client-Centered Therapy: Its Current Practice, Implications, and Theory. Houghton Mifflin.
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