Esta es la historia de Guadalupe, una chica cuyo sueño es convertirse en Terapeuta, es egresada de la carrera de psicología de una prestigiosa universidad, desde que tuvo contacto por primera vez con la psicología, se sintió fascinada por la clínica, esto la ha llevado a buscar información y a documentarse al respecto. Lamentablemente y pese a su gran desempeño académico  en sus años universitarios, le costó mucho encontrar un empleo y solo logró conseguir un trabajo en una empresa de recursos humanos (contrario a su sueño).

Guadalupe es una persona con un gran dedicación y pasión por lo que hace, en el fondo está segura que algún día tendrá su consultorio psicológico y podrá hacer realidad su sueño. En su trabajo percibe un sueldo promedio (En realidad bajo para el nivel de estudios). Las cuentas y responsabilidades aumentaron una vez que decidió vivir sola. Sin embargo ella no se ha olvidado de su sueño, en sus ratos libres (en realidad su trabajo no le deja mucho tiempo libre), busca libros y artículos en internet, relacionados al área clínica, incluso ha mirado algunos cursos y diplomados que le llaman su atención pero que por el momento no puede pagar, o se le hacen muy caros, cuando solicita información pregunta siempre por el “costo” pero nunca logra mirar los beneficios que podrá obtener.

Ya han pasado varios años desde que Guadalupe egresó de la universidad, en ese lapso ha realizado algunas certificaciones y cursos en el ámbito clínico, la mayor parte de ellos ofertados de forma gratuita o de bajo costo, del mismo modo logró conseguir un consultorio de bajo precio, con un colega y comenzó a dar terapia en los tiempos en  que su consocio no ocupa el espacio de terapia.

Como podrás advertir, Guadalupe tiene un conflicto: No le gusta invertir, casi todo lo consigue gratis o de bajo costo, esto se ve reflejado también en sus servicios terapéuticos que oferta, considera que debe de cobrar poco, incluso recibe a algunos pacientes sin cobrarles un solo peso.

Guadalupe se encuentra convencida que en algún momento de su vida su historia cambiará y con el tiempo tendrá los recursos económicos para invertir, del mismo modo aguarda a que (según ella) tenga más experiencia, por el momento considera justo cobrar poco, en el fondo considera que no sabe,  y que no es suficiente para poder ofrecer servicios de terapia.

Si eres Mexicana(o) podrás advertir que, bajo la dinámica de vida que lleva Guadalupe, y las deplorables condiciones económicas en las que se encuentra en País,  es muy poco probable que la  situación financiera  de Guadalupe mejore, del mismo modo, es posible que sus pacientes dejen los tratamientos cuando ella cobre lo justo por su trabajo, otra posibilidad es que en algún momento su socio le solicite el espacio terapéutico y ella estará condenada (al no tener una visión clara de cómo generar recursos económicos) a buscar otro espacio de “bajo costo”, repitiéndose la dinámica de manera circular, trayendo como consecuencia un estancamiento.

La historia de Guadalupe  cambió cuando se encontró con una oferta formativa, una colega le invitó a un Taller Psico-experiencial que impartían en la Asociación Mexicana de Psicoterapia y educación a.c (AMPSIE A.C), curiosamente el taller no tenía un precio elevado, incluso pudo obtener un descuento, además de beneficiarse de los contenidos psico-experienciales del taller pudo mirar la oferta de formación que tienen en la AMPSIE A.C A simple vista parecía lo mismo de siempre, pero en esta ocasión la oferta fue distinta:

FORMACIÓN BREVE ONLINE O SEMI PRESENCIAL, echando mano de lo que ella ya traía de sus anteriores formaciones.

NO LE PROMETIERON LA RECETA (en casi todas sus escuelas de formación siempre le prometían la Receta para solucionar sus casos sin cumplir con lo prometido al final), en este caso le propusieron generar –juntos- un estilo de intervención.

LLEVAR UN CASO REAL, le propusieron conducir un caso real de terapia asesorado por la comunidad de especialistas y por sus tutores

SEGUIR EN CONTACTO, Guadalupe se percató de la brevedad de los programas formativos e insistió en preguntar cómo se lograría tanto en tan poco tiempo, la respuesta que le dieron le pareció fabulosa: “La mayoría de terapeutas cree que la respuesta se encuentra en la acumulación de conocimientos, información y certificaciones, cuando en realidad la respuesta se encuentra en la persona, en la Ampsie potenciamos los recursos internos de   las personas, para que puedan mostrar su lado más humano y auténtico, y echamos mano de todos los conocimientos y experiencias previas para generar un estilo de intervención” del mismo modo a ella se le permitió seguir en contacto con la comunidad de especialistas para comentar sus casos.

Al principio Guadalupe veía con escepticismo la propuesta, sin embargo pensó: “qué puedo perder si lo intento”. Al revisar el Arancel se dio cuenta que los beneficios eran superiores a lo que había que invertir. (Por fin se atrevió a hacer cosas diferentes).

En muy poco tiempo después que decidió tomar un programa formativo en la Ampsie se dio cuenta que estaba echando mano de sus conocimientos previos, pudo crecer y potenciar su persona.

Su rostro ha cambiado por completo, logró  entender los mecanismos psico- emocionales inherentes al proceso terapéutico, dejó de culparse al darse cuenta de la dinámica de pobreza (mental) en la que se encontraba. (Los programas formativos son también terapéuticos). 

Si tú también te sientes identificada(o) con esta historia, te recomendamos revisar nuestras propuestas de formación y acompañamiento en el quehacer terapéutico.

Te invitamos a formar parte de los que SI se atreven a hacer cosas diferentes.

 

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