Introducción

Los mecanismos de defensa son esencialmente inconscientes usados para defendernos de emociones o pensamientos que pueden provocarnos ansiedad, sentimientos depresivos o problemas de autoestima al volverse conscientes.

Por tanto, su objetivo principal es disminuir la angustia o cualquier impacto emocional al vivir una experiencia no agradable o no aceptable.

Desarrollo:

Si nos sentimos amenazados la mente los desata automáticamente, sin esfuerzo para generarlos o efectuarse, por lo que se manejan de forma inconsciente que para tratar de conservar el equilibrio mental.

Estos generalmente son clasificados en primarios o secundarios dependiendo de cuando aparecen en las etapas del individuo. Si su defensa es primaria pertenecen a las primeras épocas de la vida con tendencia a negar la realidad. Si su defensa es secundaria, son de etapas tardías del desarrollo y tienden a conservar el criterio de realidad. 

Algunos de estos mecanismos son:

• Negación: rechazar lo evidente para no reconocer el impacto emocional y bajar ansiedad en momentos inquietantes o amenazantes.
• Represión: bloquear traumas o recuerdos dolorosos con la clausura de la memoria o pensamientos traídos a la conciencia.
• Proyección; asignar los defectos a otro individuo, para no reconocerlo como propio, desapareciendo la culpa, o evadiendo el rechazo social.
• Regresión: regresar a un periodo anterior del desarrollo, tener comportamientos inmaduros o infantiles persiguiendo la seguridad, evitando el estrés.
• Desplazamiento: reaccionar exageradamente o indebida con un individuo indefenso o un objeto diferente del evento que inicialmente provocó la frustración.
• Racionalización: usar argumentos lógicos para justificar errores, actitudes o deseos absurdos, y así ocultar las equivocaciones propias.

Supresión: eliminar el sentido de una realidad dolorosa con ideas que puedan compensar la disminución de la ansiedad o el sentimiento de amenaza.

Conclusión:

Cada uno tenemos diferentes maneras de manejar los conflictos internos, por tanto, los mecanismos de defensa son comunes a todos los individuos.
Cuando tenemos un desequilibrio en la psique que los mecanismos de defensa se encargan de modularnos, se generan cuando la mente pueda intuye una potencial amenaza, pudiendo funcionar bien o mal dependiendo del grado de salud mental de cada individuo. Los mecanismos de defensa óptimos apoyan al bienestar manteniendo el equilibrio ante los posibles miedos o temores.

Referencias:

Camacho, E. B., Chávez-León, E., Uribe, M. P. O., Jiménez, A. Y., & López, O. N. (2010). Los niveles de funcionamiento psicológico y los mecanismos de defensa. Salud Mental.

Freud, A., & Carcamo, C. E. (1961). El yo y los mecanismos de defensa (Vol. 3). Barcelona: Paidós.