INTRODUCCIÓN

El desarrollo lingüístico de los niños se lleva a cabo de forma progresiva. La pronta utilización de determinadas características del habla dependerá del ambiente en que el que se está desarrollando el infante y la lengua que está aprendiendo. Para poder analizar este desarrollo, se han realizado diversas investigaciones en torno a los sistemas lingüísticos infantiles. Los análisis propuestos se llevan a cabo de forma indirecta debido a la capacidad metalingüística limitada de los niños.

DESARROLLO

Existen diversos métodos para el análisis del habla en los niños, tales como los diarios e informes paternos, las entrevistas y las técnicas experimentales. Aunque los primeros pueden carecer hasta cierto punto de objetividad, debido a que los padres tienden a omitir los rasgos comunes y cotidianos de sus hijos, siguen siendo un recurso valioso al momento de analizar el desarrollo del lenguaje infantil.

Los estudios a llevar a cabo deben ser cuidadosamente diseñados y analizados, es por ello que muchos investigadores prefieren grupos reducidos de niños para analizar. Pueden realizarse estudios longitudinales, que analizan a los mismos sujetos conforme crecen, o estudios transversales, donde se forman grupos con determinadas características y se analizan sus habilidades en alguna tarea en específico. Dichos estudios pueden ser observacionales o experimentales; en los observacionales los investigadores tratan de no interferir en el uso cotidiano de la lengua y se dividen en naturales o controlados; mientras que en los otros los investigadores interfieren con el fin de observar las posibles reacciones del grupo denominado “grupo experimental”, que será comparado con el “grupo control” que no recibe tratamiento alguno.

Por otro lado, hay estudios que analizan la percepción del habla por parte de los bebés. Dichos estudios han llegado a la conclusión de que los bebés desarrollan ciertos aprendizajes desde antes de nacer (in utero), siendo capaces, al momento de nacer, de mostrar preferencia por la voz de su madre y discriminar expresiones en la lengua de su madre frente a expresiones en alguna lengua extranjera. También comprobaron que los bebés son capaces de percibir el intervalo de inicio de sonoridad, discriminar entre voces femeninas y masculinas y estímulos con distintos perfiles de entonación, y distinguir entre los sonidos del habla.

Antes de hablar, los niños presentan formas prelingüísticas para expresar sus necesidades. Los investigadores consideran que en estas formas se encuentran presentes protodeclarativas y protoimperativos que desarrollan a partir de los estímulos presentados en su entorno y pueden ser un recurso valioso para identificar el desarrollo del lenguaje en los infantes.

A través de diversos estudios se ha determinado que un niño realmente comprende más palabras de las que produce. Hacia el primer año de vida, los niños producen un aproximado de 50 palabras en su lengua y para su segundo año entre 200 y 300 palabras. Además, los niños aprenden primero nombres dentro de la categoría de nivel básico para después incrementar su vocabulario dependiendo de sus intenciones. Hay varias hipótesis que consideran el uso de las siguientes estrategias por parte de los niños para comprender el significado de las palabras que van aprendiendo: referencia, extensibilidad, alcance del objeto, alcance categorial, categoría de nombre nuevo, categoría sin designación y convencionalidad. Por ello, el registro de vocabulario por parte de los padres es considerado un recurso valioso para el análisis del desarrollo del habla en un niño.

Posteriormente, los niños pasan a la fase de dos palabras, las cuales se transformarán después en oraciones más complejas. El incremento de vocabulario va asociado con el contexto en el que el niño va desarrollándose y las características de la lengua que está aprendiendo, ya que influyen en el uso temprano o tardío de determinadas formas gramaticales.

CONCLUSIONES

Existen diversos métodos de análisis para dar seguimiento al desarrollo del habla en la infancia. Antes de seleccionar uno de ellos, es importante reconocer cuál es nuestro objetivo de análisis y cuáles son las etapas de desarrollo de la lengua para identificar qué queremos analizar y qué herramientas nos pueden ser de mayor utilidad para lograr nuestro objetivo.

BIBLIOGRAFÍA

Berko, J., y Berstein, N. (1999). Psicolingüística. Mc. Graw Hill. pp.: 370-402