Tipos de Apego visto desde la perspectiva del Modelo Dinámico Madurativo de apego y adaptación (DMM)
Psic. Ángela Ramírez Sánchez
Desde la teoría del apego (Bowlby, 1969), los estilos de apego reflejarían las normas que determinan las respuestas ante situaciones que causan alteración emocional, por tanto, se establece entonces que la teoría del apego es una teoría de la regulación del afecto que diferencia a las personas por el modo en que éstas sienten y expresan sus necesidades afectivas, así como la forma en que actúan para lograr mantener un equilibrio emocional.
Los primeros estudios sobre las diferencias individuales en el apego fueron realizados por Ainsworth y Cols (1978) quienes sugirieron que los patrones organizados de conducta infantil podrían ser utilizados para identificar estilos de apego madre-hijo. Y definieron tres tipos de apego: apego seguro, apego inseguro evitante y apego inseguro resistente. Estos son en esencia los tres estilos de apego predominantes en la mayoría de las personas.
Actualmente se han dividido en otros subgrupos para establecer criterios más depurados como en el caso del Modelo Bidimensional de Kim Bartholomew (1991) que propone los estilos de apego de la siguiente forma:
- Estilo de apego seguro que caracteriza a las personas que tienen modelos positivos de sí mismas, se sienten cómodas con la cercanía y la intimidad física y emocional.
- Estilo de apego inseguro preocupado, que caracteriza a las personas que tienen una imagen negativa de sí mismas y positivas de los demás, experimentando un gran deseo de cercanía y temor al abandono; y
- Dos estilos de apego evitante: el estilo evitante/despreocupado, que está dado en personas que confían en sí mismas y desconfían de los demás, sintiendo incomodidad con la cercanía emocional y tendiendo a exhibir actitudes de auto confianza compulsiva, y el estilo evitante/temeroso, presente en personas que no confían en sí mismas ni en los demás, experimentando sentimientos de miedo y deseo de cercanía a la vez.
En el presente artículo nos enfocaremos en el Modelo Dinámico Madurativo de apego y adaptación propuesto por Patricia Crittenden (2000, 2001, 2002) que postula la utilización de estrategias vinculares basada en el uso de la información cognitiva y afectiva que la persona recibe de su medio ambiente y que le permite protegerse del peligro y sobrevivir.
Crittenden (2002) divide estas estrategias en tres tipos y detalla las características de cada estrategia, haciendo una subdivisión de las mismas.
- Las estrategias tipo A (evitantes) que implican el uso de predicciones temporales de información que pueden ser verdaderas o pueden estar distorsionadas.
- Las estrategias tipo C (coercitivas o ambivalentes) que implican el uso del afecto como fuente central de información y la omisión de la información cognitiva ya que no la consideran útil para protegerse.
- Las estrategias tipo B (seguras) que involucran una integración equilibrada de las predicciones de información temporal cognitiva y afectiva.
A continuación se verá en cada uno de los cuadros las características de cada estrategia vincular.
Estrategias tipo A (evitantes)
Estrategia | Estilo de apego | Características |
A1 y A2 |
Inhibido/ Socialmente fácil |
Personas que utilizan predicciones en base a la información cognitiva (pensamientos o expectativas) en un contexto de poca amenaza o peligro real. Las figuras de apego son idealizadas, pasando por alto sus cualidades negativas (A1), o las personas menosprecian en cierta medida su propio sí mismo (A2) para mantener el vínculo con sus figuras de apego. La mayoría de las personas que usan esta estrategia son predecibles y responsables, frías a nivel emocional y buenos negociantes. Confían en la inhibición de los sentimientos y se alejan del peligro. |
A3 |
Cuidador Compulsivo |
Personas que confían en contingencias temporales predecibles, que inhiben afectos como la rabia, la pena y la angustia; y se prometen a sí mismas a cuidar a sus figuras de apego. Durante la niñez, intentan alegra a sus vulnerables figuras de apego, o preocuparse por la tristeza y el alejamiento que éstas demuestran. Durante la adultez, a menudo encuentran trabajos en los cuales rescatan o cuidan a los otros, especialmente a aquellos que parecen débiles y necesitados. |
A4 |
Compulsivo Complaciente |
Personas que intentan prevenir el peligro, inhibiendo emociones como la rabia, la pena, el temor y la angustia; protegiéndose a sí mismas al hacer aquello que sus figuras de apego desean que ellos hagan, especialmente si estas figuras se muestran amenazantes o con enojo. Tienden a ser excesivamente vigilantes, rápidos para anticipar y conocer los deseos de los demás, perfeccionistas y generalmente sienten ansiedad e inquietud. La ansiedad suele ser ignorada y a menudo aparece como síntomas somáticos que son dejados de lado como poco importantes. |
A5 |
Compulsivamente promiscuo |
Personas que evitan la intimidad genuina mientras mantienen el contacto humano, y en algunos casos, logran satisfacer sus deseos sexuales. Exhiben falso afecto positivo (fingen que todo está bien y están felices negando emociones como la pena, la rabia, frustración, el miedo o la angustia), pueden demostrar deseo sexual hacia pocas personas y se protegen a sí mismas del rechazo al comprometerse con muchas personas de manera superficial, sin involucrarse a profundidad. Esta estrategia se desarrolla en la adolescencia cuando las relaciones anteriores han sido engañosas y los extraños parecen ofrecer la única esperanza de cercanía y satisfacción sexual. Puede desplegarse de una forma promiscua socialmente (búsqueda de múltiples relaciones interpersonales superficiales sin involucrar la sexualidad) o, en casos más serios, como promiscuidad sexual. |
A6 |
Autoconfianza compulsiva |
Personas que creen que no podrán predecir las demandas de quienes les rodean, que se consideran inadecuadas para reconocer esas demandas, o ambas alternativas (reconocerlas y confiar en ellas). Inhiben el afecto negativo y se protegen de sí mismas, confiando sólo en ellas mimas. Esto protege al sí mismo de los otros, al costo de perder apoyo y ayuda. Esta estrategia se desarrolla en la adolescencia después de que las personas han descubierto que no pueden regular su conducta ante cuidadores importantes, que a la vez resultan ser peligrosos o no protectores. Se alejan de las relaciones cercanas tan pronto tienen edad para cuidarse a sí mismos. Existe una forma social de esta estrategia, las personas funcionan en contextos sociales y escolares, pero son distantes cuando se espera intimidad se alejan tanto como pueden de los otros. |
A7 |
Sí mismo ilusorio |
Personas con tendencia a tener ilusiones que idealizan a los otros que han tenido repetidas experiencias con daños severos que no pueden predecir ni controlar, que despliegan un falso afecto positivo frágil (intentan fingir que todo está bien cuando no es así), se protegen al imaginar que sus figuras de apego, que suelen ser hostiles o impotentes los protegerán. Es una estrategia caracterizada por la sensación de desesperación, basada en creer falsamente que existe seguridad. La apariencia que brindan las personas con este estilo de apego es generalmente agradable, dando pocos indicios del temor y del trauma que subyace detrás de ese agradable exterior, hasta que las circunstancias externas produzcan un quiebre en el funcionamiento. Este patrón sólo se desarrolla en la adultez. |
A8 |
Sí mismo externamente ensamblado |
Personas que hacen lo que los otros requieren, tienen pocos sentimientos genuinos propios e intentan protegerse al confiar completamente en los demás. Los patrones A7 y A8 están asociados con abuso y negligencia temprana, situaciones que conllevan serios riesgos para la vida y el desarrollo socio-emocional de las personas. Los patrones más distorsionados que se desarrollan sólo en la adultez temprana son la idealización de figuras protectoras imaginarias (A7) en personas que han sufrido severas experiencias de trauma y probablemente tienen trastornos psicóticos y un sí mismo absolutamente ensamblado en el mundo exterior (A8). Este último está asociado con haber experimentado abuso en épocas tempranas de la vida y con haber sido víctima de situaciones de negligencia que han dejado a la persona sin la capacidad de representar una imagen de sí misma. |
Estrategias tipo C (coercitivas o ambivalentes)
Estrategia | Estilo de apego | Características |
C1 y C2 |
Amenazante/ Desarmante |
Involucra la confianza en los sentimientos propios para guiar la conducta propia y el uso exagerado de emociones tales como la pena, la rabia, la angustia, la frustración y el temor, con la intención de influencia la conducta de los otros. Específicamente, la estrategia consiste en dividir, exagerar y alternar el despliegue de sentimientos mezclados para atraer la atención y manipular los sentimientos y respuestas de los demás. |
C3 y C4 |
Agresión/ Desesperanza fingida |
Involucra la alternancia entre la agresión con aparente desesperanza para llevar a los otros a obedecer por temor a un ataque, o a ayudar por el temor de que uno no pueda cuidarse a sí mismo.
C3 (agresividad): enfatizan su rabia para demandar la sumisión por parte de sus cuidadores. C4 (desesperanza fingida) dan señales de incompetencia y sumisión. |
C5 y C6 |
Castigador/ Seductor |
Las personas que utilizan esta estrategia distorsionan la información sustancialmente culpando a otros por sus predicamentos y realzando su propio afecto negativo (rabia, temor, pena, etc.); el resultado es una lucha duradera y menos solucionable.
C5 (punitiva) son fríos, más distantes, auto-controlados y engañosos. Aparecen como invulnerables y desechan las perspectivas de los demás mientras los fueran a atenderlos, a la vez que los engañan en relación a su propio sentimiento de desesperanza y deseo de obtener apoyo. C6 (seductores) dan la apariencia de necesitar ser rescatados de circunstancias peligrosas, que de hecho son auto-inducidas. Engañan a los otros en relación a su propia rabia. |
C7 y C8 |
Amenazante/ Paranoide |
Es la más extrema de las estrategias tipo C, e involucra una voluntad de atacar a cualquiera, combinada con temor a todos. Las estrategias tipo C involucran desconfianza en las consecuencias y una excesiva confianza en los sentimientos propios. Al extremo, este patrón presenta ilusiones de venganza infinita en relación a enemigos omnipresentes (estrategia amenazante, C7) o al contrario, paranoia acerca de los enemigos (C8). Estas estrategias no se organizan hasta antes de la adultez temprana. |
Las estrategias A/C combinan a cualquiera de los subpatrones mencionados. En la práctica, la mayoría de las personas con estrategias vinculares A/C exhiben los patrones más distorsionados. El extremo de las formas mezcladas de AC es la psicopatía, en la cual la persona es incapaz de integrar la información afectiva y cognitiva que recibe de su medio.
Las estrategias tipo B (seguras) involucran una integración equilibrada de las predicciones de información temporal cognitiva y afectiva. En la niñez, la información utilizada es verdadera. Las personas que caracterizan el apego seguro muestran todo tipo de conductas, pero a la vez se adaptan a una amplia variedad de situaciones de formas auto-protectoras, que protegen a sus hijos y que a menudo no causan daño a los otros. Se comunican directamente, negocian sus diferencias y encuentran compromisos mutuamente satisfactorios. Existe muy poca distorsión de la información afectiva y cognitiva.
Hacia la adultez, pueden diferenciarse dos tipos de estrategias tipo B: la estrategia B Ingenua en personas que simplemente han tenido la buena fortuna de crecer en un ambiente de seguridad y la estrategia B Madura, aquellas que comprenden de mejor modo las complejidades de la vida.
Estrategias tipo B (seguras)
Estrategia | Estilo de apego | Características |
B1 y B2 |
Reservado |
Caracteriza a personas que son un poco más inhibidas en relación al afecto negativo que los B3, pero son inherentemente balanceadas o equilibradas a nivel cognitivo y emocional. |
B3 | Cómodo | Involucra una integración balanceada de las predicciones temporales y del afecto. |
B4 y B5
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Apego Reactivo |
Caracteriza a personas que exageran levemente el despliegue de emociones como la pena, la rabia, el temor, la frustración y la angustia, siendo más sentimentales (B4) o irritables (B5), pero siempre siendo equilibradas. |
Aunque la mayoría de las teorías sobre el apego reconoce tres estilos generales, el Modelo Dinámico Madurativo de apego y adaptación (DMM), hace posible hacer distinciones más finas y comprender más profundamente los estilos de apego que exhiben las personas que han crecido en ambientes distintos que como consecuencia los ha llevado a enfrentarse a diversos grados de seguridad o peligro, buscando adaptarse de forma estratégica para sobrevivir.
Bibliografía:
- http://www.enciclopediasalud.com/definiciones/apego
- Artículo basado de texto: Harcha Abuhabda, P. (2012), ¿Qué estilos de apego o vínculo afectivo existen? Disponible en: https://prisciharcha.wordpress.com/2012/12/05/que-estilos-de-apego-o-vinculo-afectivo-existen/ (2015, 04 de febrero).
- Martínez Sais Mariemma, Trastorno del vínculo en la infancia: separación y deprivación, Universidad Autónoma de Barcelona, 2012.
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