EL PROCESO DE LENGUAJE EN LOS TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA
Sahara Edith Lugo Moreno
Actualmente, ha aumentado el número de casos de niños dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA), “Según la OMS se estima que la incidencia del autismo a nivel mundial es de 1/160, sin embargo, mencionan que existen variaciones muy importantes entre las cifras de diversos estudios en el mundo. La CDC (Centers for Disease Control and Prevention), una de las instituciones de mayor prestigio en cuanto a datos y estadísticas, actualmente manejan la cifra de 1 caso de autismo por cada 68 nacimientos.
El autismo según el DSM-V “es una perturbación grave y generalizada de varias áreas de desarrollo: habilidades para la interacción social, habilidades para la comunicación o la presencia de comportamientos, intereses y actividades estereotipados” (DSM-V, 2013). Las Manifestaciones clínicas se basan en la Triada de Wing: Dificultades en la interacción social, la presencia de conductas e intereses repetitivos y estereotipados y las fallas en el lenguaje.
Debe mencionarse también que los niños con TEA tienen una respuesta inusual a los estímulos, es decir, su percepción es selectiva ante determinados sonidos y a otros estímulos visuales, táctiles, de olor, de sabor, etc. Esto es, tienen problemas de Integración Sensorial, lo cual significa que no procesan los estímulos de la misma forma que los niños con un desarrollo neurotípico.
Esta ocasión se abordará solamente el área de las habilidades de comunicación dentro del Espectro Autista, entendiendo la comunicación como la forma universal de expresión, por ello es importante tener en cuenta que todos los niños dentro del espectro tienen comunicación. El lenguaje es el conjunto de signos, esto implica una maduración neurológica, un desarrollo cognitivo y un desarrollo afectivo, siguiendo esta idea, en el espectro autista no se utiliza el lenguaje verbal y corporal como comunicación funcional, en algunos casos, los niños desarrollan el lenguaje pero existe una alteración importante de la capacidad para iniciar o mantener una conversación o algún déficit en el habla, la cual se entiende como la producción y articulación de fonemas o palabras. Así mismo, presentan problemática en las dimensiones de lenguaje: en la forma que es la dimensión lingüística: que implica deficiencias en la fonética (sonidos), en la morfología (reglas gramaticales) y en la sintaxis (secuencia y orden al hablar). En el contenido que es la dimensión semántica: que implica deficiencias en la categorización, formación de conceptos y conocimiento del mundo, en la semántica (significado) y en el lexicón (almacén de palabras) y finalmente el uso que es la dimensión pragmática: deficiencias en usar el lenguaje relacionándose con el conocimiento social. Siendo en ésta última en donde mayor problema tienen las personas que presentan lenguaje en los TEA.
Se debe tener en cuenta que para que exista una comunicación funcional, es importante que se trabaje la comprensión de lenguaje, que permita tener la flexibilidad de comprender situaciones que impliquen cambios en el entorno y en los distintos ambientes. Así mismo debe existir empatía por parte de las personas cercanas a los niños con TEA, ya que esto permitirá ir gradualmente aplicando cambios, anticipando y traduciendo cuestiones que les son difíciles de enfrentar.
Es de suma importancia hablar también de las pautas de Intervención, las cuales dependen de las deficiencias específicas de cada niño. En este sentido se debe trabajar discriminación auditiva, en praxias buco-fonatorias que implica trabajar en punto y modo de articulación, enfrentar a los niños a situaciones de juego que impliquen conceptos y palabras cercanas a él para aumentar su vocabulario, entre otros.
No se debe olvidar que las intervenciones terapéuticas deben tener un tratamiento integral para los niños con TEA, no sólo el área de lenguaje sino, sus déficits sensoriales, y sus dificultades en la interacción social; así mismo, es necesario darles asesorías a padres y hermanos para que se tenga una mejor calidad de vida para cada uno de los miembros de la familia.
REFERENCIAS CONSULTADAS
- Teletón.org
- Seubert, Ana. (2016). Neuropsicología del Desarrollo Infantil [Apuntes]. Tlalnepantla, Estado de México: Universidad Anáhuac, Cancún: Licenciatura en Psicología.
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